
MADRE HAY UNA SOLA, es una frase que puede utilizarse en muchos sentidos, un niño puede recibir afecto y cuidados de muchas personas, pero lo que siente ese niño por su madre es muy distinto a lo que siente por las demás mujeres, por eso madre hay una sola, cuando el niño se siente amenazado por alguna situación, al primero que le pide ayuda es a su mamá, aunque hayan muchas personas alrededor, por eso también madre hay una sola; incluso en otro sentido algunas veces se puede dudar de quién sea realmente el padre, pero al nacer de una mujer, no hay duda que esa mujer es la madre del bebé, y también se aplica eso de que madre hay una sola; otras veces el sentido está en que un niño puede recibir afecto de muchas personas, pero el amor que recibe de su madre es diferente al de todas las otras personas, nadie lo entiende mejor, nadie lo conoce más, nadie es más efectivo para ayudarlo, nadie lo trata con tanta ternura, por eso madre hay una sola.
Una situación relatada en la Biblia muestra amplia y claramente el sentido de la frase “Madre hay una sola”, está en Mateo 15:22 al 28 :
"22 Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando:
—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
23 Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron:
—Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
24 Jesús dijo:
—Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
25 Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo:
—¡Señor, ayúdame!
26 Jesús le contestó:
—No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
27 Ella le dijo:
—Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
28 Entonces le dijo Jesús:
—¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres.
Y desde ese mismo momento su hija quedó sana."
Seguramente los que en ese momento vieron y vivieron esta situación con esta mujer cananea reconocieron vivamente lo que quiere decir “Madre hay una sola”. Las palabras de Jesús a esta mujer fueron fuertes y hasta desagradables, pero Jesús habló así porque estaba probando la fe de esta mujer, no era común que Jesús tratara con esta rudeza e indiferencia a las personas, pero el Señor quería sacar de lo más profundo del corazón, el amor que esta mujer tenía por su hija, y lo que encontró Jesús en esta madre fue una gran fe, impresionante humildad y mucha perseverancia; ¿qué fue lo que llevó a esta mujer a tener tanta fe, ser tan humilde y tener tanta perseverancia? La necesidad de su hija, una madre nunca se da por vencida cuando de sus hijos se trata, quizás si en lugar de la madre hubiera ido otra persona a rogar por esa niña, ante el primer o segundo obstáculo se hubiera dado vuelta y hubiera vuelto con las manos vacías; pero el corazón de madre la hizo capaz de soportar la indiferencia de los discípulos, las palabras duras de Jesús que la estaba probando y así llegar hasta el final para que Cristo hiciera su obra; gracias a Dios por las madres que tienen una fe potente para orar por sus hijos, un corazón humilde para soportar cualquier cosa por ellos y pueden resistir firmes ante cualquier prueba haciendo que la mano de Dios se mueva con poder para el bien de sus hijos.
Gracias a todas las madres.
E.B.