
Celebramos la muerte de Jesús
El juicio perfecto es un ideal del ser humano desde el comienzo de su vida en sociedad, desde tiempos inmemoriales el hombre ha tenido que juzgar la conducta de los integrantes de la sociedad.
En un principio el juez era el hombre mayor del grupo o de la tribu, luego alguna persona prominente del grupo social, en algunas sociedades el
sacerdote era el juez, todo fue evolucionando hasta lo que conocemos hoy jueces, tribunales, distintos tipos de instancias judiciales, corte suprema, etc.
¿Cómo sería un juicio perfecto?
A grandes rasgos un juicio perfecto debe tener un juez imparcial, el que debe ceñirse al debido proceso, también debe regirse estrictamente por la ley, debe tener certeza en lo que decide y no debe ser presionado por nadie; además si tiene que condenar a alguien debe estar seguro que la condena es la más adecuada de acuerdo a la ley; el acusado debe tener las garantías de que está siendo juzgado estrictamente por la ley, que los testigos en su contra son fidedignos y que las pruebas en su contra son contundentes, también debe tener derecho a una defensa.
Hace ya casi 2000 años se llevó a cabo en Jerusalén el juicio a Jesús, los evangelios relatan con detalle como se desarrolló este juicio, desde el comienzo cuando fue detenido, pasando por los interrogatorios y hasta la ejecución en la cruz; por el relato se puede ver claramente que fue un juicio injusto, vamos a ver algunos pasos de este juicio.
El arresto por una traición.
Mateo 26:14,15 y 49
14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, 15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. 49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.
El arresto de Jesús fue vendido por uno de sus discípulos, podríamos decir por uno de sus hombres de confianza con quien Jesús había estado los últimos tres años; Judas cobró por entregar a Jesús lo que ya de por sí es una gran traición, por otro lado en el momento de la entrega le besa, agrandando su traición, no hay peor forma de concretar una deslealtad que con un beso.
Antes del juicio es castigado.
Lucas 22:63 Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban;
La ley no permitía castigos sin que el acusado por lo menos conociera los cargos en su contra, sin embargo Jesús fue golpeado antes. Juicio Religioso, la acusación es por decir que es Hijo de Dios.
Lucas 22:70 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy.
En este primer juicio Jesús es interrogado por las autoridades religiosas de su época, en este juicio no es condenado por lo que hizo, es condenado por quien era, la acusación no era por un delito que hubiera cometido contra alguien o algo; Jesús es condenado por ser El Hijo de Dios; si Jesús decía que no era el Hijo de Dios estaba mintiendo, y si lo declaraba lo condenaban por blasfemo; por lo tanto Jesús es condenado por ser quien es. Pero los judíos no querían ser ellos los que lo condenaran a muerte, por lo tanto lo acusaron ante las autoridades romanas.
Juicio ante el gobernador Pilato, se cambia la acusación.
Lucas 23:2 Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey.
En esta segunda instancia la acusación cambia, ahora se lo acusa de rebelarse contra el emperador romano, no es lógico que en un mismo juicio, a una persona se le acuse en una instancia de un delito y en otra de otro delito, por otro lado no es cierto que se negara a dar tributo a César, Jesús pagó sus impuestos y dijo “dad al César lo que es del César”.
A pesar de ser hallado inocente, es interrogado por otro gobernante.
Lucas 23:4 y 7
4 Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre. 7 Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.
Pilato como autoridad legal que juzgaba a Jesús, determinó que era inocente, pero en lugar de dejarlo en libertad lo envió para ser juzgado por Herodes, un gobernador de otra región pero que en ese momento estaba en Jerusalén. No había motivo para que Jesús fuera juzgado por alguien que no tenía jurisdicción en Jerusalén.
Juicio ante el gobernador Herodes.
Lucas 23:9 al 11
9 Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió. 10 Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia. 11 Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato.
Tampoco Herodes encontró ningún delito en Jesús, pero igual se burló de Él, lo castigó y lo volvió a enviar a Pilato. No tiene lógica que se le castigue a alguien a quien se encuentra inocente.
Segundo interrogatorio ante Pilato, Jesús es sentenciado por un juez presionado.
Lucas 23:13 al 16, 22 al 24
13 Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, 14 les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. 15 Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. 16 Le soltaré, pues, después de castigarle. 22 Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. 23 Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron. 24 Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían;
Mateo 27:24
24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
En este segundo interrogatorio de Pilato a Jesús, Pilato como juez está absolutamente convencido de la inocencia de Jesús, nuevamente lo encuentra inocente y lo quiere soltar, pero ante la presión de la gente lo sentencia a muerte; pero para hacer más evidente la injusticia que se estaba cometiendo toma agua y se lava las manos públicamente, sabiendo que si él quería podía guardar la vida a quien él consideraba inocente; por último para dar el toque final a su injusticia, Pilato declara abiertamente que se está derramando sangre inocente. Luego de ser castigado con las torturas más salvajes que existían en su época, Jesús es ejecutado con la muerte más atroz y agónica que se conocía, la crucifixión mataba por dolor, el condenado moría lentamente, mientras los músculos se iban desgarrando, el sol lo iba deshidratando, el dolor iba provocando una lenta asfixia, los órganos se iban destrozando y la sed profundizaba la agonía; recordemos que Jesús venía de un arresto y un juicio que había comenzado la noche anterior. Todo esto y muchas cosas más, sucedieron en el juicio a Jesús, el juicio más injusto de la historia.
¿Por qué el juicio más injusto se transformó en el juicio más perfecto?
El juicio a Jesús fue perfecto porque tuvo un propósito superior, fue una muestra de amor de Dios por nosotros permitiendo que Jesús fuera crucificado,
Romanos 5:8 y 9
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. El juicio resultó perfecto porque cumplió el plan de Dios para perdonar nuestros pecados.
Romanos 3:25 y 26
25-26 Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará…
El juicio fue perfecto porque la muerte de Cristo en la cruz fue el camino para que por fe seamos libres de toda culpa.
Efesios 1:7 y 8
7-8 Por la muerte de Cristo en la cruz, Dios perdonó nuestros pecados y nos liberó de toda culpa. Esto lo hizo por su inmenso amor.
Por su gran sabiduría y conocimiento, El juicio de Jesús fue perfecto para reconciliarnos a todos los seres humanos con Dios mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz.
Colosenses 1:20
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
El juicio a Jesús y su muerte en la cruz, no fueron hechos casuales de la historia, fue el camino perfecto que determinó Dios para que vos alcanzaras la salvación, para que volvieras a estar en paz con Dios, para que pudieran ser perdonados todos tus pecados; Jesús hizo su parte, lo único que nos queda hacer es creer que el sacrificio hecho por Jesús en la cruz y la sangre que derramó, nos limpia de todo pecado, arrepentirnos y confesarle a Dios nuestros pecados y creer en Él.