Celebramos la muerte de Jesús

Celebramos la muerte de Jesús

En este mes de abril los cristianos celebramos y festejamos la Pascua y la Semana Santa, a pesar de ser una celebración, lo central de la Semana Santa es la muerte de Cristo en la cruz, mirándolo desde este punto de vista suena raro celebrar o festejar una muerte,y más si esa muerte es justamente la muerte de Cristo, nada más ni nada menos la persona que honramos los cristianos.

¿Qué sentido tiene celebrar la muerte de alguien a quién honramos y amamos? en todo caso sería más lógico conmemorar la fecha, recordarla con respeto, pero no celebrar; sin embargo los cristianos tenemos muchos motivos para celebrar la muerte de Cristo.

El primer motivo por el que celebramos  la muerte de Cristo es que esta muerte fue para cumplir el propósito central de su vida, no habría tenido sentido su vida sin esta muerte; en su vida Jesús nos dejó sus enseñanzas, nos dejó el ejemplo de cómo debemos vivir, nos dejó sus profecías, pero todo en su vida tuvo como meta la muerte en la cruz,  Jesús mismo manifestó que no iba a ser fácil pasar por ese momento, incluso Jesús oró pidiendo al Padre que si era posible pasara de él esa copa amarga; pero Jesús  sabía que su muerte en la cruz significaba cumplir su propósito en la tierra, por eso unos días antes de ser crucificado dijo ”Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.”

El segundo motivo por el que celebramos la muerte de Cristo, es porque cuando murió no se terminó todo, Cristo murió y al tercer día resucitó, esa resurrección de Jesucristo es el cumplimiento de las promesas de Dios, es el cumplimiento de lo que profetizó Jesús que iba a suceder  y es la certeza del cumplimiento del plan de Dios para la humanidad, Jesús explicó la necesidad de su muerte con un ejemplo muy sencillo “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”, así como el grano de trigo tiene que morir para dar fruto, Jesús murió para que su resurrección muestre el fruto del poder de Dios.

Otro motivo para celebrar la muerte de Cristo es que su muerte es la muestra más impresionante de amor hacia la humanidad,  es el ejemplo más grande de amor aun hacia aquellos que no merecemos ese amor, Jesús no murió en la cruz pensando en algunas personas buenas, su muerte en la cruz fue para beneficiar a todas las personas desde ese momento en la historia y hasta ahora, no importa la raza ni la nación ni la religión ni la condición social ni cultural de nadie, murió por todos, tampoco reclama nada a cambio, lo único que Dios dice es que los que se benefician de esto son los que creen en Jesucristo, la Biblia dice Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda”, no hace ninguna distinción de personas, su salvación está disponible para todos, el que cree simplemente la toma.

Pero el motivo más importante para celebrar la muerte de Jesucristo en la cruz, es que esa muerte era la única forma de perdón que había para el ser humano,  la Biblia dice que todos somos pecadores y la condición de pecadores es lo que nos separa de Dios y nos condena, Cristo al morir en la cruz ocupó nuestro lugar en la cruz y nos tendió un puente hacia Dios, la Biblia dice ”Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”, nosotros éramos culpables de pecado delante de Dios pero Cristo pagó en la cruz por el castigo que merecíamos, tanto sufrimiento y tanto dolor tuvo un propósito, el pago del castigo por nuestros pecados, para entenderlo mejor la muerte de Cristo en la cruz fue el pago por nuestra deuda, en Semana Santa los cristianos celebramos que esa muerte de Cristo nos hizo aceptables delante de Dios porque Cristo ya pagó nuestra deuda, lo único que nos queda hacer para recibir ese perdón de Dios por nuestros pecados, es reconocer  el sacrificio que hizo Cristo y poner nuestra vida en manos de Dios, reconociendo a Cristo como nuestro Salvador, reconociendo el sacrificio que hizo Cristo,quién pagó por nuestros pecados, y para recibir ese perdón de Dios no se necesita mucho, alcanza con una simple oración a Dios, poniendo nuestra fe en Él y entregándole nuestra vida.

E.B.