Qué hay detrás de la ley trans

El pasado 16 de octubre el senado aprobó el proyecto de ley integral para personas trans, según la real academia la definición de transexual es: Dicho de una persona: “Que se siente del sexo contrario, y adopta sus atuendos y comportamientos”; “Dicho de una persona: Que mediante tratamiento hormonal e intervención quirúrgica adquiere los caracteres sexuales del sexo opuesto”.

En primer lugar quiero aclarar que cada persona es libre de hacer lo que quiere, sentirse como quiere, pensar como quiere, etc., y nadie debe juzgarlo por eso, a no ser que infrinja la ley; esto es así no porque lo diga yo, es porque lo dice la Biblia, Dios nos hizo con libre albedrío, cada uno es libre de elegir lo que quiere hacer, después dará cuenta delante de Dios, pero ni yo ni nadie puede juzgar a la persona por lo que elige hacer de su vida en su ámbito personal; también es bueno recordar antes que nada, que cuando Cristo murió en la cruz dice que lo hizo por todos, por todas las personas, sea quien sea, haya hecho lo que haya hecho y haya pertenecido a la ideología que haya pertenecido, cuando la persona va a Cristo arrepentido por sus pecados, si ese arrepentimiento es sincero, Dios la perdona, sea quien sea; hecha esta aclaración es importante ver que hay detrás de esta ley aprobada por el Senado.

Lo primero que llama la atención en la ley es que menores de edad puedan tomar la decisión de comenzar todo el proceso de cambio de sexo, quizás esta es la parte más injusta y dañina de la ley, si nuestro país considera que un menor de edad no puede votar, no puede manejar, es inimputable en algunos delitos, ¿cómo es que le cargamos la responsabilidad de elegir un cambio de sexo?

Es tan claro este perjuicio al niño o adolescente que la ley misma trata de resolverlo, por eso dice que pasados cinco años después del cambio de identidad la persona podrá volver a su identidad sexual anterior; evidentemente la ley es tan peligrosa que acepta en su mismo texto un tratamiento médico y psicológico de arrepentimiento.

La primer pregunta que surge es, ¿quién se va a hacer cargo de todo el daño que se le ocasiona a ese niño o niña después que esa persona realizó un tratamiento hormonal y quirúrgico? ¿quién va a responder por los daños físicos irreparables o los trastornos emocionales y psicológicos que le queden a la persona si un día se arrepiente de la decisión que tomó?, ¿cómo va a responder el estado ante esa situación?

Uno piensa que la infancia y la adolescencia son edades para la formación de la persona, la formación física, intelectual, moral, etc.; esta ley evidentemente está exponiendo a la persona a tomar decisiones a una edad temprana, que hasta pueden ser influenciadas maliciosamente por otras personas, seguramente ninguno de los creadores de esta ley ni los que la votaron, van a tenderle una mano al menor si un día se arrepiente de la decisión que tomó, nadie le va a devolver su vida anterior ni van a reparar los cambios físicos que provocaron en su cuerpo.

Por supuesto que esta ley no es algo que haya crecido solo, viene acompañado de otros muchos proyectos anteriores, por ejemplo hace tres años tuvimos la polémica por la guía de educación sexual para los centros educativos, en ella que se pretendía que en la enseñanza inicial y primaria, los niños vivieran experiencias como caricias, cosquillas, incentivación a la sexualidad, etc., no solo esto sino que se aconsejaba a los educadores que las niñas jugaran con juguetes de varones y los varones con juguetes de niñas para que ellos mismos buscaran algo diferente a lo que naturalmente les interesa jugar; evidentemente todo esto ocasiona la duda y la confusión en la niña y el niño, en una edad en la que se le debería afirmar su personalidad y fortalecerlo sentimental y emocionalmente para su crecimiento saludable.

Volviendo a la ley, en ella se establecen varios derechos para las personas trans, desde facilitar tratamientos hormonales, operaciones quirúrgicas, cambios de identidad ciudadana, cupos obligatorios para trabajos en dependencias del estado, reparaciones para quienes se hayan sentido discriminados o perjudicados por su condición transexual, becas de estudio, acceso a vivienda, etc..

Cerrando esta parte es bueno saber que según el censo realizado por el Mides en el año 2016 en Uruguay hay 853 transexuales, 90% nacieron varones y se consideran a sí mismo mujer y el 10% nacieron mujer y se consideran a sí mismo como hombres.

La pregunta clave es ¿qué se persigue con toda la agenda de derechos para personas trans? ¿qué hay detrás de esta nueva ley?

Lo primero y claro es que se quiere dar una gran visibilidad a la transexualidad, por medio de esta ley y otras anteriores se intenta poner este tema por encima de otros, esto puede ser por presiones internacionales, por ej. la ILGALAC, una institución con mucho poder político y económico en Latinoamérica saludó inmediatamente la aprobación por el senado de esta ley; evidentemente hay presiones internacionales para el desarrollo de este tipo de leyes.

En segundo lugar hay una clara intención política electoral de generar en la población la idea de que “nosotros somos el partido que reconoce derechos y libertades”, llama la atención que en partidos políticos donde hay personas de diferentes ideologías políticas y de diferentes religiones, todos voten la ley y no haya ni siquiera uno que no esté de acuerdo dentro de ese partido; incluso es más grave todavía que el argumento para votar a favor de la ley de algún legislador, sea solamente que “da libertad y derechos”, sin hablar de lo que dice la ley (http://elobservador.com.uy/nota/senado-vota-el-proyecto-de-ley-integral-trans-201810165022).

La tercer situación que surge de la ley y que queda oculta detrás de la agenda de beneficios, es la consecuencia económica; en el art.17 de la ley todos los tratamientos médicos quedan incluidos dentro del Sistema Nacional Integrado de Salud, lo que generará un nuevo comercio en  medicamentos y cirugías que estarán dentro del actual sistema de salud y beneficiará a laboratorios, mutualistas y médicos cirujanos.

Por otro lado la ley concede beneficios al acceso a la vivienda y otros derechos como el cupo obligatorio en empleos públicos y becas de estudio, siempre que se generan beneficios especiales a un grupo, se da lugar a la corrupción; hace unos meses en Argentina se dio un hecho muy claro, allí la edad de jubilación en el hombre es de 65 años y la mujer es de 60 años, un hombre llamado Sergio a pocos meses de cumplir 60 años comenzó el proceso de cambio de identidad y de llamarse Sergio pidió como su nueva identidad Sergia, muchos sospechan que lo hizo con el objetivo de poder jubilarse a los 60 años y no tener que esperar hasta los 65, (si quiere lo puede leer en https://www.cronica.com.ar/info-general/De-Sergio-a-Sergia-para-jubilarse-a-los-60-anos-20180704-0016.html; o en http://www.radioeme.com/2018/07/de-sergio-a-sergia-para-jubilarse-a-los-60-anos); parece ficción, uno no quiere pensar mal pero se da lugar a este tipo de manejos.

De todas maneras esto no es lo que más me importa, como cristiano siempre miro las cosas a la luz de lo que dice la Biblia y en esta ley se puede ver claramente lo siguiente.

Primero se busca desvalorizar lo natural, se busca desnaturalizar lo que Dios creó, dice en Salmos 139:13 "Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.", Dios es el que nos formó y nos hizo lo que somos, Dios eligió que seamos hombre o mujer, aunque un hombre se crea mujer, aunque se vista como mujer, aunque se haga tratamientos hormonales para parecer mujer, aunque se realice intervenciones quirúrgicas para verse como una mujer, su información genética hoy y dentro de mil años va a decir que es un hombre, lo mismo en el caso de la mujer, el plan original de felicidad de esa persona pensado por Dios, no va a variar en cuanto a su sexo por más cambios que se hagan.

Esta ley también busca confundir, especialmente busca hacerlo desde la niñez, busca crear la duda, alienta la interrogante “¿me sentiré mejor viviendo como alguien de otro sexo?”

Confundir es un método usado por Satanás desde el principio en contra del ser humano, Dios le había permitido a Adán y Eva comer de cualquier fruto del huerto menos de uno de ellos, sin embargo cuando el Diablo se acerca a Eva lo primero que le dice Génesis 3:1 …"¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?", a partir de este intento de confundir comenzó la desobediencia de Adán y Eva y los terminó llevando a hacer lo contrario de lo que debían y a perder el lugar de privilegio que tenían.

Finalmente esta ley es una forma de rebelar al ser humano contra Dios, es una forma de enfrentarlo a su creador, es una forma de intentar que desde la niñez se provoquen cambios en la persona que lo alejen definitivamente de Dios; pero Dios en su inmensa misericordia ya tiene un plan de reconciliación para aquellos que quieran volver a Él.

E.B.